sábado, 26 de abril de 2008

Me gustaría tanto

Me gustaría tanto que ese teléfono suene,
me gustaría tanto que me sorprendas,
me gustría tanto que ese timbre suene...

En la soledad de esta noche loca,
en la soledad junto a mis fantasmas y a esas voces que no dejan de murmurar,
me gustaría tanto que ese teléfono suene y seas vos, y me sorprendas,
y sé que no va a pasar, pero me gustaría tanto...

Después de todo el llanto,
o casi todo el llanto
después de todas las lágrimas,
o casi todas las lágrimas, poder sonreír...
me gustaría tanto, que al menos quisieras saber como estoy,
como me siento después de todo o antes de mañana,
me gustaría tanto y sé que no va a ocurrir

Quizás esta poesía es solo una plegaria,
un ruego, o simplemente un deseo,
me gustaría tanto, por una vez, que todo fuera diferente a como espero,
me gustaría tanto escucharte decir te quiero
Y me gustaría tanto suspirar de amor,
de alivio,
me gustaría tanto escuchar ese teléfono sonar y que seas vos, y tu voz,
pero estoy sola junto a la soledad de mis fantasmas,
la rendija de mi ventana no está cerca y no puedo ver llegar la mañana...

Y él se equivocó,
falsa ilusión equivocada,
quería tanto que fueras vos y tu voz,
pero no era nada más que una falsa alarma,
mi ruego se vuelve sordo, parece,
mi deseo ciego,
y la plegaria en esta poesía casi un sueño irrealizable,
que esperanza,
pensé que podías ser vos, que querías saber como estaba, como seguía,
pensé que podías ser vos, que tonta, ilusa, inocente estúpida,
pensé que podías ser vos, y era una voz equivocada en el momento correcto para que seas vos, solo vos, pero no eras vos,
solo quedan mis palabras otra vez,
quizás alguna otra forma de evadirme,
pensé que podías ser vos,
dicen que si deseas algo mucho o fuerte, sucede, asique pensé, se me ocurrió pensar que podías ser vos,
pero el teléfono sono, y solo era un equivocado,
o será que la que se equivoca soy yo...

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