miércoles, 27 de febrero de 2008

Ciertamente Incierto

Jugando a lo cierto, inciertamente.
Que habrá sido de mí? y qué será?
Que habrá pasado, y que ha de pasarme?
Estoy jugando en un juego vertiginoso del que desconozco las reglas, solo juego a adivinarlas, a improvisarlas, a improvisarme,
juego a jugarme...

Jugando a lo cierto sin certezas,
jugando a lo que creo correcto, sin corrección,
caminando en la corniza de lo desconocido,
camino el caminio a veces mejor, a veces peor...

Perseverancia, me dicen,
voluntad, repiten,
pero yo no sé lo que estoy haciendo,
quizás estoy haciendo de nuevo lo que siento,
no puede irme mal, estoy siendo sincera,
conmigo, con los demás,
me repito de nuevo, no puede irme mal,
algo bueno va a pasar,
tengo que creer, confiar,
hay un mundo ahí afuera, cierto e incierto,
a veces duro, a veces hueco,
pero a veces maravilloso,
dejame creer,
dejame volar,
dejame sentir,
dejame soñar...

Ciertamente incierto es mi destino,
mi búsqueda y mi camino,
ciertamente sincero mi deseo y mi pasión,
busco un lugar para sentirme conmigo como soy,
como soy,
repito en el suspiro de una literatura ajena,
ciertamente incierto, es lo que escribo,
a donde llevan las palabras,
a donde llevan los silencios,
a donde arrivan los miedos,
a donde se oculta el sol,
pero tu mirada,
pero tus palabras,
pero tus suspiros,
mi esperanza,
tiene que haber alguna forma,
tiene que existir,
tiene que pasar, porque ya pasó...

viernes, 22 de febrero de 2008

Sentir no deja olvidar

Continúa el silencio alrededor,
continúa el murmullo cadencioso,
continúa el ritmo latiendo en cada estrofa,
continúa escribiendo...

Y soy un poco misteriosa,
y soy un poco mentirosa,
callo en una rima en lugar de callar en un silencio...

Aprendí a callar,
aprendí a gritar,
aprendí a reír y a llorar,
aprendí a mentir,
aprendí que sentir no te deja olvidar...

Esclava de mis deseos,
como todos,
esclava de mis palabras, más aún de mis silencios,
como todos,
esclava de una libertad desconocida,
ajena a las letras,
ajena a la oscuridad en la que he vivido y he soñado,
porque aprendí a soñar, a veces en un suspiro, a veces en meses oníricos,
meses de soledad,
y aprendí a descreer de mis sueños, como en un poema de Pessoa,
porque no soy un niño, ni soy un loco,
no he de tomar el sueño como algo real, ni aún cuando es algo real,
espina falsa de mi vida soñada,
que ni siquiera los sueños me agradan, porque les encuentro defectos...

Palabras que robo,
palabras que robo o que me apropio?
o simplemente es que comparto ese sentimiento de triste, loco y solitario...

Palabras,
infinitas convinatorias posibles, que sin ser números intentan un significado,
decirte algo,
transmitirte un sentimiento intransferible por naturaleza,
pero eso hacemos,
peleamos contra todo,
contra el tiempo,
y también contra los sentimientos,
en ese afán de compartir, de no sentirnos tan solos.
Y aprendí a sentirme sola,
aprendí a ser solitaria,
no sé ya que más pueda aprender,
no sé ya si pueda aprender aquello por lo que viví aprendiendo,
soñando, jugando y a veces perdiendo...

Escribo

Porque a veces el silencio se hace insoportable,
porque a veces la sombra de la soledad retorna en un suspiro o en su ausencia,
porque a veces tu voz me hace falta, y no la encuentro,
escribo junto al murmullo de alguna lluvia,
en el susurro de algún lamento...

Porque a veces me recorren los fantasmas,
y otras me encierran en algún lugar de mi memoria,
porque no he dejado de ser quien soy, quien siempre fuí,
escribo en algún lugar de esta página, desde algún lugar del tiempo,
en la distancia que me separa de la fé,
en el espacio que me aleja de vos...

Porque el viento susurra, a veces, algún poema,
a veces algún verso,
escribo desde el temor de sentir perdido lo ganado,
y jugado lo olvidado,
que retorna sin elección posible en mis palabras,
a veces en mis silencios,
que retorna como alucinación loca en mis poemas,
para intentar no destruir lo más preciado, lo más valioso...

Y porque a veces ya no me reconozco,
porque a veces simplemente no sé quien soy frente al espejo,
por bien y por mal, por bella y por bestia,
las miserias de mis incertidumbres se cuelan por las hendiduras de mi poema para derramar alguna rima en lugar de alguna lágrima,
se cuelan mis suspiros que ni yo misma domino,
como no domino las palabras que escriben en mis manos,
ni los pensamientos que piensan en mi mente, y escribo,
escribo porque escribo y no soy valiente, pero ya no soy cobarde,
me pierdo en mi propia teoría de la vida,
en el laberinto de mis propias palabras...
Y porque aún sigo intentando resolver el enigma, y encontrar una salida
escribo en otro suspiro, en otra mañana,
intento escribir en otra poesía...

jueves, 14 de febrero de 2008

Respirando

Nada calma este ahogo que siento de mí misma,
ni escribir, ni fumar, ni tomar, casi ni llorar,
ahogo profundo y rancio,
solo estar a tu lado me hace sentir más segura, más viva, más libre...
Nada calma este ahogo de saber todo tan lejano,
de sentir todo tan absurdo,
pero tu presencia...
Nada acalla los silencios que gritan en mi memoria y desde la distancia,
fantasmas de un dolor profundo,
y nada alcanza si no tengo tu voz para sentirme, para saberme...
Si tus suspiros me faltaran,
si tus silencios gritaran,
ya no sabría a donde ir, ya no sabría a donde estar,
como en los viejos tiempos,
estaría perdida en esta perdida ciudad,
ahogada en el ahogo de mis miserias,
ahogada sin oxígeno que respirar...
Y aunque sentirte y tenerte a veces asusta,
y aunque amarte a veces inquieta,
porque el dolor es viejo y se filtra por las grietas de estas heridas huecas,
sé que estás ahí, junto a mí, y a cada suspiro con o sin sentido,
junto a cada verdad callada por eternidades sin números,
ahí, en cada rima, y en cada caída,
en cada miedo y en cada locura,
acá, a mi lado aún en ausencia,
acá en mi piel, acá en mi cuerpo,
acá en mi vigilia y en cada sueño.
Desde que te conozco me he perdido en una realidad nueva y ajena,
a veces me asustan las curvas del nuevo camino,
a veces me desoconozco, confieso,
pero siempre me encuentro en tus brazos,
ya no sé que clase de poesía escribo, ya no es la misma,
yo no soy la misma,
aunque lleve el mismo nombre y el mismo rostro,
vos me descubriste,
descubriste en mí lo que yo intenté ocultar por siglos,
y porqué lo hiciste?
pregunta hueca, casi vacía...
Aca permanezco.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Una locura elegida

Cuando la angustia es mas fuerte que el alma, y se lleva puesto el corazón,
cada palpitación, cada respiro, en suspenso,
esta mañana, este día...
Paciencia, te escucho decir,
paciencia, me repito, y respiro ondo, tratando de no pensar, de no sentir ya como sentía tan solo unos minutos atrás,
estar acompañada puede ser un buen artilugio, o solo peor,
cada vez, aprendiendo lo que necesitás, en cada momento,
cada vez,
escuchando esa guitarra sonar, la que suena en tu cabeza, mas allá de cualquier elección posible,
porque lo que es del orden de lo real retorna y vuelve a retornar,
como si no pudiera cambiar de zapatos,
simplemente no puedo dejar de ser quien soy,
como soy,
y esas angustias invaden mi pecho, mis sueños, mis esperanzas,
y me canso de sobrevivir, de creer, de esperar, de soñar, de buscar, de correr en este mundo que parece el corredor de un hamster, sometimes...
y el resto del tiempo, el resto del tiempo respiro ondo, me repito paciencia, y trato de escribir, porque es tiempo de escribir,
tiempo para escribir,
tengo todo para escribir aunque más no sea en un tren fantasma, en un tren fugitivo,
no hay a donde correr, no encuentro, sigo sin encontrar a donde ir,
pero sigo yendo y yendo, corriendo y corriendo, escapando y volviendo a volver a donde no sé como partir...
El silencio se apodera ahora de mi poesía que ya no es poesía, porque dejé de saber como escribirla,
acallados los parlantitos de esta computadora,
empieza a sonar que nunca es una promesa,
de aquella desconocida y bella,
nunca es una promesa,
maybe cantar me hace bien, tal vez todo lo que necesito es cantar,
cantar y escribir,
cantar y escribir para podr seguir en este mundo, para no fugarme de esta realidad,
fuga que a veces me parece una tentación, casi un deseo,
pero me controlo, porque eso es lo que hacemos los cuerdos,
controlarnos, o destruirnos, eso es lo que hacemos,
creemos que no queda nada más por hacer, que enloquecer no es una opción,
y quizás sea la única que tengamos,
una locura feliz, una locura elegida, una locura propia y no compartida,
no crees, acaso que esa es, a veces, nuestra única opción, no lo crees acaso?
Y como el dolor puede ser confundido con alegría?
y como la angustia puede ser confundida con felicidad?
como puede pasar tal cosa?
que pasa, porque pasa, te habrá pasado,
porque cantar implica alegría? será eso?
cantar implica necesariamente alegría?
eso parece, eso te hacen creer, eso es lo que brota, por eso cantas aún cuando estás triste,
cantás, gritás, lloras,
lo que sea necesario, eso es lo que hacés,
un portazo, una pastilla, un vaso de alguna bebida fuerte,
alguna forma de dañar, sin dañar ni ser dañado,
porque somos cuerdos,
locamente cuerdos,
absurdamente cuerdos,
hartos de una absurda e incierta realidad,
presos de ella, nos creemos libres, y soñamos fantasías huecas, vacías que no nos atrevemos a realizar,
pero soñamos, y entonces nos creemos vivos,
y escribimos, y cantamos, y esperamos, esperando,
y algo pasa, y parece que todo cambia, y nada cambia, pero nos convencemos y nos adaptamos una vez más a esa realidad a veces insípida, todo a cambio de algunos momentos de placer, de felicidad, todo a cambio de algo que no alcanza,
no me alcanza, y que?
pero uno se acostumbra a todo, eso hice toda mi vida, porque cambiar ahora de fórmula? o más aún, cómo cambiar ahora de fórmula?
cómo dejar de formular teorías, tratados, en lugar de seguir escribiendo mi poesía de estrellas enrejadas y hospital libre de humo y rodeado de colillas...

Datos personales