lunes, 23 de agosto de 2010

Promesa

Como escribir sobre vos después de tanto tiempo...

Han pasado tantos años...
Ha pasado algún tiempo que no te escribo,
vale por todos esos tiempos que solo sobre vos pude escrbir,
sobre vos si es que existe lo individual,
sobre vos si es que el mundo es como nos dicen que es,
sino simplemente sobre el amor, los sueños, las pasiones, las emociones,
las rimas, los versos, la poesía, las canciones, los acordes,
las plegarias...
Vos me enseñaste, si es que existe tal cosa, todo lo que sé al respecto,
vos me hiciste escribir,
me hiciste nacer después de nacer,
cantar, gritar, reír, llorar,
porque llorar lloré de verdad una vez...

Y ahora después de tanto tiempo,
se revuelven las poesías en mis viejos cuadernos,
los silencios gritan,
las palabras bailan,
y yo, yo no sé que hacer,
no sé escrbir sobre vos,
no sé escrbir...

Quizás ahora vuelva a aprender,
ahora que volves quizás vuelva a aprender todo lo que alguna vez aprendí,
y ahora las promesas cobran sentido,
las promesas se hacen para ser cumplidas,
y así será,
con la ayuda del destino y la apuesta de la locura,
lo que nos enseñan que es loco,
lo que aprendía también,
pero una promesa es una promesa,
y quizás eso es todo lo que hoy pueda escribirte,
aunque la anestecia haya actuado durante tanto tiempo,
sé, sigo sabiendo, y lo supe todo este tiempo,
una promesa se hace para ser cumplida...
y así será, allí estaré,
allí estarás,
así será,
como lo soñé una vez quizás, pero diferente,
así será,
como el destino lo decida,
y no habrá después,
como no lo hubo entonces,
las promesas se hacen para ser cumplidas,
vos lo dijiste, pasado, como nos enseñan, o eterno presente,
como decimos,
somos las promesas que hacemos,
y las plegarias que decimos...

viernes, 20 de agosto de 2010

No olvidar

Y qué hacer ahora?
la pregunta no hecha,
la respuesta entre las palabras,
el enigma,
el laverinto,
la incógnita, y la adivinanza,
qué hacer ahora?
De nuevo, qué es lo correcto?
hacer lo que siento?
hacer lo que quiero?
la dicotomía,
el dolor,
la angustia,
cómo se calman realmente?
las cosas son como ella las dice o cómo yo las siento? o es lo mismo?

Lo dicho está dicho, y eso es cierto,
no importa el ahora,
importa el ayer, y el día anterior,
eso también cuenta,
los silencios anunciados,
las sentencias temidas,
el temor al final...
Y se escaparon las rimas, porque por unos instantes al menos todo es nervios,
se disipa el dolor, se desvanecen los temores,
y resurge el deseo, los sueños, las esperanzas,
cae la poesía y se desparrama en el suelo,
solo quedan pedazos,
y parece que todo se desvanece, pero está ahí,
todo está ahí, esperando a volver a comenzar...
Esta es la parte buena,
esta es la parte bella,
pero conozco la contracara de la moneda,
y quizás la respuesta que busco se trata de no olvidar,
lo que viene, lo que espera al día siguiente,
no olvidar,
quién soy, qué quiero,
como siento,
no olvidar,
aunque tenga que olvidarte,
aunque tenga que sangrarte,
y aunque vuelvan a quemar las palabras, los silencios,
los días, las horas, y cada lamento,
no olvidar...

Queman

Cómo se hace?
Cúantas veces me lo habré preguntado?
Queman las palabras,
queman los silencios,
queman las distancias,
los suspiros y los lamentos,
quema el pasado,
las canciones,
cada momento,
queman las ilusiones,
arden por dentro,
y necesito gritar,
gritar y salir corriendo,
necesito olvidar,
borrar y seguir viviendo,
cómo se hace?
y cuántas veces me lo habré preguntado?
y cuántas veces me lo he de preguntar aún?
Es el final?
no quiero saberlo, no quiero averiguarlo,
no debo pensar en eso,
no estoy lista,
no es suficiente,
duele mi grito,
duele tu nombre,
duele no pensar, y pensar,
y dejarlo a un lado y volverlo a recordar,
duele la poesía,
duele la música,
duele la última partida,
duelen los días, y las horas, y los minutos,
queman las fotos,
arden las rimas...

lunes, 9 de agosto de 2010

El silencio

Duele el silencio,
duele tu silencio y la resignación de no pensar...

Habla el silencio y me dicta estas palabras,
duele el sonido de esta pantalla y de cada tecla,
duele esta poesía, y cada punto suspensivo...

Duele callar, y duele hablar,
duele seguir, y duele parar...

Duele esperar sin esperanzas,
pero esperanzada,
duele y calma la rutina que engaña y adormece,
sin otra necesidad que ser adormecida,
duele lo bello,
duele el ayer y los mañanas,
duele el silencio,
que entre suspiro y suspiro me dicta estas palabras,
duele tu silencio,
duele,
y no puedo hacer nada...

viernes, 6 de agosto de 2010

Sin poesía

Aún no puedo escribir sobre esto,
y había tantas cosas para escribir...
Pero aún no puedo escribir sobre esto,
ni sé si hay algo para escribir...

Es el hueco de este alma que sangra,
y nada alcanza, nada alcanza,
no hay consuelo, y no hay rimas,
no quiero aprender esta lección ni tener esta vivencia que enriquece,
no quiero ser más fuerte por sobrevivir a este otro dolor,
no quiero,
me niego y me rehúso a sentir esta pena que siento,
me niego a saber, a aceptar, a comprender y a seguir,
el mundo no sigue,
el mundo se para,
todo se termina,
todo se acaba,
y ya no quiero saber nada,
rehén de mis propios sentimientos,
quisiera destruír las emociones,
borrar el pasado y el presente,
o simplemente desvanacerme...

Hubiera preferido que seas uno más,
hubiera preferido no confiar,
hoy preferiría no sentir,
y poder escapar de mí,
aún no puedo escrbir sobre esto,
solo vomitar palabras que espero sean mentirosas,
hoy sé, pero no quiero saber,
no alcanzan los cigarrillos,
ni las lágrimas,
no alcanzan las horas, ni los días,
nada de lo que hago o dejo de hacer es suficiente para cambiar el presente,
aún no puedo escrbir sobre esto,
y no sé si podré,
no quiero olvidar,
no quiero seguir,
ni quiero escribir,
quise vivir,
y hoy no quiero aceptar que me equivoqué...

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