domingo, 12 de septiembre de 2010

Ya no importa

Y soy libre,
vuelvo a respirar,
mi alma finalmente puede oír tu voz, y volver a sentir la magia de saber que estoy viva...

Porque a pesar de todo, y de lo que sea, estás ahí,
y puedo oír tu voz,
tus palabras aún me encuentran,
y escucho nacer tu voz en mi cuerpo,
y entonces puedo saber que nada se movió un milímetro,
que todo está exactamente en su lugar,
que aún estás exactamente donde tenés que estar...

Y así son las cosas,
aún parece increíble poder sentir esto hoy, ahora,
hace una hora,
aún parece increíble,
día gris,
pero todo cobra vida,
tus palabras nacen en mi alma,
qué hubiera hecho todo este tiempo si no te tuviera,
qué hubiera hecho sin vos,
sin tu voz...

No sé si alguna vez pude o podré seguir tus consejos,
no sé si sos ese ángel bajando del cielo,
pero sé que aún te oigo,
y vuelvo a sentir mi sangre correr, mi corazón latir,
mi alma sentir,
en un instante miro el cielo, y vuelvo a ver el cielo,
cuánto tiempo estuve dormida,
cuántos años estuve cegada,
sorda enmudecida,
y hoy puedo escucharte y sentir esta emoción que no puedo describir, ni detener,
esta emoción que no logro transcribir,
las palabras no consiguen ordenarse en este caos, y ya no importa,
trato, sigo intentando,
y ya no importa,
porque ahora sé, volví a enterarme, a redescubrir que puedo escucharte,
que aún te escucho,
que no estoy sola,
que estás ahí,
que nunca te fuiste,
y que no importa que pase,
no importa lo que sea que pase,
puedo oír tu voz,
y es como escuchar mi voz,
es como revivir,
renacer,
y saber que no importa cuánto dure la tristeza, un día se irá,
y cada cosa volverá a ocupar su lugar,
un día despertarás y todo volverá a ser como era,
y vos vas a estar exactamente donde deberías,
y no podés vivir en tus reproches,
asique dejalo ir, no mires atrás, no dejes que te venzan,
y terminá con la tierra de las promesas rotas...

Aún no puedo creer la emoción de saber que estabas ahí,
justo ahí,
y yo estoy acá, justo acá,
mi alma aún puede oír tu voz,
sentir tu voz,
y entender esas palabras que trascienden,
porque son más que palabras,
como si bajaran de los cielos,
como si la fé estuviera ahí donde ya no me acordaba de buscarla,
y es entonces que ya no importa si mis palabras riman, o no,
si entedés algo o no,
ya no importa,
todo terminó, y acaba de empezar,
realmente quiero creer,
nunca estuve sola,
siempre estuviste acá...

Datos personales