miércoles, 13 de febrero de 2008

Una locura elegida

Cuando la angustia es mas fuerte que el alma, y se lleva puesto el corazón,
cada palpitación, cada respiro, en suspenso,
esta mañana, este día...
Paciencia, te escucho decir,
paciencia, me repito, y respiro ondo, tratando de no pensar, de no sentir ya como sentía tan solo unos minutos atrás,
estar acompañada puede ser un buen artilugio, o solo peor,
cada vez, aprendiendo lo que necesitás, en cada momento,
cada vez,
escuchando esa guitarra sonar, la que suena en tu cabeza, mas allá de cualquier elección posible,
porque lo que es del orden de lo real retorna y vuelve a retornar,
como si no pudiera cambiar de zapatos,
simplemente no puedo dejar de ser quien soy,
como soy,
y esas angustias invaden mi pecho, mis sueños, mis esperanzas,
y me canso de sobrevivir, de creer, de esperar, de soñar, de buscar, de correr en este mundo que parece el corredor de un hamster, sometimes...
y el resto del tiempo, el resto del tiempo respiro ondo, me repito paciencia, y trato de escribir, porque es tiempo de escribir,
tiempo para escribir,
tengo todo para escribir aunque más no sea en un tren fantasma, en un tren fugitivo,
no hay a donde correr, no encuentro, sigo sin encontrar a donde ir,
pero sigo yendo y yendo, corriendo y corriendo, escapando y volviendo a volver a donde no sé como partir...
El silencio se apodera ahora de mi poesía que ya no es poesía, porque dejé de saber como escribirla,
acallados los parlantitos de esta computadora,
empieza a sonar que nunca es una promesa,
de aquella desconocida y bella,
nunca es una promesa,
maybe cantar me hace bien, tal vez todo lo que necesito es cantar,
cantar y escribir,
cantar y escribir para podr seguir en este mundo, para no fugarme de esta realidad,
fuga que a veces me parece una tentación, casi un deseo,
pero me controlo, porque eso es lo que hacemos los cuerdos,
controlarnos, o destruirnos, eso es lo que hacemos,
creemos que no queda nada más por hacer, que enloquecer no es una opción,
y quizás sea la única que tengamos,
una locura feliz, una locura elegida, una locura propia y no compartida,
no crees, acaso que esa es, a veces, nuestra única opción, no lo crees acaso?
Y como el dolor puede ser confundido con alegría?
y como la angustia puede ser confundida con felicidad?
como puede pasar tal cosa?
que pasa, porque pasa, te habrá pasado,
porque cantar implica alegría? será eso?
cantar implica necesariamente alegría?
eso parece, eso te hacen creer, eso es lo que brota, por eso cantas aún cuando estás triste,
cantás, gritás, lloras,
lo que sea necesario, eso es lo que hacés,
un portazo, una pastilla, un vaso de alguna bebida fuerte,
alguna forma de dañar, sin dañar ni ser dañado,
porque somos cuerdos,
locamente cuerdos,
absurdamente cuerdos,
hartos de una absurda e incierta realidad,
presos de ella, nos creemos libres, y soñamos fantasías huecas, vacías que no nos atrevemos a realizar,
pero soñamos, y entonces nos creemos vivos,
y escribimos, y cantamos, y esperamos, esperando,
y algo pasa, y parece que todo cambia, y nada cambia, pero nos convencemos y nos adaptamos una vez más a esa realidad a veces insípida, todo a cambio de algunos momentos de placer, de felicidad, todo a cambio de algo que no alcanza,
no me alcanza, y que?
pero uno se acostumbra a todo, eso hice toda mi vida, porque cambiar ahora de fórmula? o más aún, cómo cambiar ahora de fórmula?
cómo dejar de formular teorías, tratados, en lugar de seguir escribiendo mi poesía de estrellas enrejadas y hospital libre de humo y rodeado de colillas...

No hay comentarios:

Datos personales