sábado, 26 de abril de 2008

Desde ese domingo

Desde ese domingo, casi no te veo,
desde ese domingo solo se encuentran nuestras sombras,
encuentros fallidos,
dolores sin tiempo,
desde ese domingo, cuando pensé que era un error,
cuando me sentí equivocada, como me siento ahora,
pedirte que vengas una vez más sería una falacia en el destino,
como lo sentí entonces,
y volví a fumar,
que va a hacer?

Desde ese domingo no se encuentran nuestras almas,
quedó fotografiado en una postal chica,
desde ese domingo no siento, no encuentro,
solo sufro y sueño, como todo soñador,
y no encuentro forma de absolverme de este dolor,
me gustaría tanto tantas cosas que no suceden,
y no sucedieron,
debería estar feliz por lo que sí pasa,
pero no ocurre,
no ocurre la felicidad en mi vida, ni la paz en mi alma,
y es entonces que escribo alguna rima que vale la pena,
y es entonces que parezco inspirada, cuando lo que hago solo es derramar, vomitar mis súplicas en una pantalla...

Desde ese domingo, desde esa foto, desde aquél momento en que llovía y salía el sol,
en que ibamos a lo inicerto de lo incómodo,
y aún así nos encontramos, no te encuentro,
y me duele, y te duele,
nos duele tanto dolor,
la distancia es abismal, y yo ya no sé porque lloro, pero lloro, hasta cuando ya no puedo llorar más,
y callo, sin callar, porque no me dejás,
y quiero huir pero no lo intento, ni lo logro,
me siento vacía, me siento vaciada,
me siento triste, enrarecida,
me duele el alma,
desde ese domingo no encuentro mi paz,
desde ese domingo todo cambió tanto tan súbitamente, que no sé como me siento ya, ni que pensar, ni a donde ir, ni que esperar,
aunque desee lo que desee, lo que desee no ocurrirá,
no hay tiempo, no hay espacio para mí en éste espacio y en éste tiempo,
no hay lugar, nunca lo hubo donde quiera estar,
no hay silencio mas grande que el que nos separa en las palabras y en el llanto,
no hay tiempo para no esperar,
para salir, para correr, para buscar la forma,
no hay...

Y me envuelve la noche,
me envuelve la soledad que vuelve,
no es un reproche,
no es una queja,
es una realidad, lo que siento no lo puedo cambiar esta noche, en este lugar,
sola, rodeada de grillos y de futuros inciertamente cierto,
eso cambió parece,
todo cambia tan rápidamente...

Y no sé que hacer, para volver a ser yo, ni para volverte a encontrar,
parece que te dejé en recoleta, o donde sea que fuimos a caminar aquella fría noche, de la que me queda esta bella postal,
desde ese domingo, no te encuentro aunque te encuentre,
no me encuentro, aunque me vea,
no me siento más que uno de mis fantasma,
soy solo unas de mis voces, en una de mis oscuridades, que tiemblan y temen en la noche y ya nada las puede calmar...
Si te encontrara todo sería diferente,
pero parece que no lo podemos lograr,
que queda por hacer mas que esperar,
esperar que el milagro se produzca,
porque si creés hay cosas que pueden suceder,
que perdés con esperar?
la esperanza, eso perdés,
la ilusión, una vez más,
pero si es una vez más, que más te dá?

No puedo estar conmigo misma,
será por eso que no puedo estar con nadie más,
anesteciarme parece la única salida nuevamente,
pero no parece suficiente esta vez,
necesitaré más anestecia,
porque el dolor se esta amoldando a mi cuerpo,
y mi cuerpo se esta torciendo de tanto malestar,
y aún así, escribo porque es la salida que encuentro,
porque las palabras vienen a mis dedos, ahora,
después de tanto llorar,
y esos golpes,
y esa ira,
y esa bronca sin fin, que parece no acabar,
acaba en las palabras que hacen lo que pueden,
hoy acá, mis compañeras en esta soledad fría y despiadada,
será tu ausencia una vez más, como alguna otra noche pasada,
porque desde aquél domingo no te pude hallar,
no sé donde te escondiste,
ni donde me he escondido,
no sé que es lo que ha ocurrido,
ni sé que ocurrirá,
pero me duele la distancia y su sonido,
me duele cada lágrima en cada suspiro,
me duele la nueva realidad y el silencio de no escuchar algún ruido que me haga saber que estoy acá,
donde sea que sea que es,
aca,
escribiendo, yo escribiendo,
yo intentando saber, explicar, entender, que pasa, que pasó o que pasará?

Yo sola, en este cuarto de luces sin sombras, sin velas, sin nada,
casi un cuarto vacío, lleno de muebles y un piano desafinado que no sé tocar,
yo acá esta noche, sola junto a mi soledad, o a la soledad,
porque ya no sé si es mía,
ya no sé si me pertenece,
parece que ni siquiera eso tengo, soledad...

Tengo palabras,
tengo lágrimas,
tengo deseos,
tengo esperanzas que se desvanecen en cuanto la noche avanza, y avanzará, lo sé,
podrías estar acá, junto a mí ahora,
pero realmente estarías acá? estarías?
no lo creo, no parece, no es donde querés estar,
no sé donde querés estar, ni sé donde estas ni donde estuviste desde ese domingo en que me dejaste esa postal,
me encuentro a nuestras sombras deambulando,
me golpeo con espejismos mal inventados de alucionaciones malogradas,
y me entorpezco con la realidad,
con mi desesperación,
no aprendo a aceptarme, a respetar mi ser,
nadie lo hará por mí, y vos no sos la esepción,
lo esperaba,
esperaba tantas cosas que ya no ocurrirán,
esta noche o la que sigue,
el vacío me persigue desde que tengo memoria,
no sé para que la conservo,
me duele tu distancia,
me duele mi distancia,
me duele nuestra ausencia,
me duelen nuestras sombras y nuestro dolor,
desde aquél domingo no me encuentro en ningún sitio,
nunca vez donde estas,
hasta que algo te mueve y las cosas ya no son lo que parecen,
no queda más que dormir, anesteciada, después de tanta verborragia,
no queda más que dormir, acurrucada, después de tantas lágrimas,
no queda mas que desvanecer junto al dolor, al deseo, a la pasión, a la esperanza y la ilusión de que alguna vez algo sea como quisiera, alguna vez,
hoy...

No hay comentarios:

Datos personales