miércoles, 21 de mayo de 2008

Para vivir

"Decime que no estoy soñando,
no estas soñando"

Con que poco nos conformamos las mujeres a veces,
es tan sencillo,
parece tan simple...

Tan simple tu voz inesperada,
tu voz sin tus ojos,
tan simple y nunca alcanza,
mujeres...

Siempre más, siempre más,
nunca alcanza,
como vivir asi?
si es la soledad la que persigue, la que acorrala,
no deja ver el sol que nace después de la tormenta,
no deja ver que la tormenta amaina,
no deja ver,
ciegan los deseos tan grandes,
ciegan los deseos tan fuertes,
enmudecen las palabras tan bellas,
callan los silencios que gritan,
y entonces sí, amanece entre locuras solitarias y compartidas,
amanece entre lo inalcanzable y lo posible,
despiertan sueños reales,
realidades de tan bellas inciertas,
de tan ciertas, dudosas...

Tus voz sin tus ojos,
tus silencios sin tu mirada,
tus palabras y mis suspiros, aún enmudecida de escucharte...
Aún sorprendida de conocerte, y de saberme descubierta,
expuesta a todas tus certezas,
a cada verdad que sabés encontrar recorriendo laberintos que sólo a vos parece interesarte antravesar...
Recorriendo pasadizos olvidados, guardados, perdidos,
y sos vos, el que sabe verme porque aún no me he escondido entre tus brazos,
entre tus ojos,
entre mis palabras, o entre mis suspiros,
sos vos el que sabe escuchar entre silencios mal callados,
no sé fingir ante vos, y tu voz, y tus ojos, y tu mirada,
y vos no querés hacer que no ves, que no oís,
y vos...

Estoy soñando, decime que no estoy soñando,
no estás soñando...

Despertaré, como desperté al cortar,
de nuevo el mundo, la realidad, la rutina,
otra vez mañana, las horas, los días,
otra vez otra vez...
y no alcanza, no alcanza, siempre más, siempre más;
cuando el vacío es tan grande no hay nada que lo llene,
nada es suficiente para calmar una tempestad,
solo tiempo, y eso que llaman paciencia,
no sé si lo tengo, no sé si lo que tengo es suficiente para seguir,
debo salvarme de mí...

El ahogo puede ser tan grande,
las voces tan sordas,
los besos tan secos,
las canciones tan huecas,
y aún las compañías pueden ser tan solas,
como un reflejo frente al espejo,
como una sombra en medio de una calle oscura,
húmeda de una lluvia que llega y no deja de pasar...

Decíme que no estoy soñando, porque trato de aprender a vivir en esta realidad que no conozco,
ya no sé cuales son los fantasmas, y cuales son las personas,
ya no sé cual es el reflejo y cual la sombra,
reconoceme vos, porque olvido mi rostro,
devolveme la escencia que he sabido transmitirte,
porque el ahogo es a veces tan grande,
y a veces un desierto.
Desierto de emociones,
desierto de pasiones,
adormecidas las canciones,
apagados los colores, no sé ver con claridad,
se nublan mis ojos, se confunden mis sentidos,
y me pierdo en mi propio laberinto,
ese, el que vos insitís en atravesar.
Y no tiene señales, y no tiene rumbo,
pero aún estás allí,
quizás te hayas perdido,
quizás te hallas errado,
quizás no escuches el sonido de mi voz, o solo lo escuches vos y nadie más,
yo no hallo mi sonrisa,
desconozco mi mirada,
me pierdo en mis melodías oscuras y abandonadas,
y así, cuando ya no espero nada,
aparecés de nuevo, dando una nota diferente al sonido del día y de la noche,
ya no sé si es el amanecer, o sigue la tormenta,
es tu voz sin tu mirada,
como un abrazo en ausencia,
lo que dura una bella palabra,
y así es,
me dice que no estoy soñando,
que es soñar?
hoy no necesito cerrar los ojos para vivir...

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