viernes, 23 de mayo de 2008

La inspiración

Tengo tanto para dar, y esoy acá atrapada en mí misma.
Toco este teclado como las teclas de un piano desafinado,
mi piano desafinado,
ese, el que está a mis espaldas,
la inspiración siempre llega con la incertidumbre...

No sé tocar este piano,
el piano de la vida,
puedo hacer sonar alguna cosa en ese piano viejo desvencijado,
como yo,
puedo escribir alguna cosa con este teclado nuevo, de última generación,
pero no puedo alcanzarme,
no encuentro la forma de encontrarme,
siempre digo que voya organizar mi vida,
y ya no lo intento...

La inspiración siempre llega con la incertidumbre,
con el miedo, junto al dolor,
es el coctel de algunos sentimientos lamentables,
es la pósima para la adicción a esta vida que llevo casi sin culpa,
pero tengo tanto para dar, y estoy atrapada en mí misma...

Es como si este teclado tuviera la clave,
no es de sol, ni de fa,
son solo palabras posibles en algún idioma,
son estas palabras hoy,
y ayer las que fueron ayer,
pero la inspiración vuelve con la incertidumbre,
que voy a hacer? que puedo hacer?
como hacer lo que hago? a donde ir? a donde correr?
no queda a donde escapar de mí,
me ayudarás esta noche otra vez?
es solo un instante, después todo vuelve a empezar,
y la inspiración regresa con la incertidumbre,
no saber como va a ser, que va a ser...

Y este teclado, ese teclado,
con sus teclas desafinadas, duras y tan mías,
tan mías como dentro de mí,
a veces temo que el daño sea irreversible,
que llegue el día en que ese piano ya no pueda ser tocado,
y ya no pueda sonar como podría,
este teclado también envejecerá,
como estas palabras mías...

He de partir en algún momento,
pero no será lejos de mí,
he de partir hacia algún lugar más seguro que mi cueva,
para escuchar alguna voz amiga que me acuna,
que me cuida,
estarás allí?

Ya no sé donde estarás,
no sé donde podré hallarte,
no sé que es lo que haré, ni que notas tocaré,
cuándo decir basta?
cuándo es suficiente para mí?
tengo tanto para dar, y estoy atrapada aquí,
en mí,
en este ajeno lugar que alguna vez elegí...

Lejano tiempo,
casi otra vida,
otra vida, otra forma de vivir,
no estar conmigo era la solución a cualquier dilema, si es que lo había,
y la inspiración venía, pero yo desconocía su razón, su corazón y su melodía...
solo venía por mí a mis manos,
no sanaba ninguna herida,
no calmaba ningún dolor, solo lo adormecía,
y hoy estoy adormecida yo...

No tiene fin este teclado,
las convinaciones son infinitas,
no sé tocar este teclado,
no sé escribir esta canción,
habrá quizás alguna vez una canción de despedida,
una canción de adiós,
no sé tal cosa qué significa,
pero tengo tanto para dar, y estoy acá, encerrada en mí,
en este rancio dolor, en esta hueca espera vacía,
sin ganas, sin necesidades,
solo estoy aquí tan junto a mí, que no puedo verme,
no puedo hallarme,
instantes de incertidumbre, junto a la inspiración,
la sensación de tener algún control sobre algo,
al menos sobre lo que escribo, sobre las teclas que toco, y las que tocaré a continuación,
aún tengo ese don,
y quizás luego suene ese viejo piano desafinado, tan mío como esta sensación,
sé que las uñas no ayudan, pero puedo hacerlo de todos modos,
puedo hacerlo, y se escucha alguna bella vieja melodía conocída,
siempre la misma parte, los mismos compaces,
como en las poesías,
siempre las mismas palabras sombrías, extrañas,
es que la inspiraión viene con el dolor...

No hay comentarios:

Datos personales