Ilusiones

De encontrarte en el porche de mi casa, sentado en el escalón,
de que vuelvas sin avisar,
de que haya paro de trenes,
ilusión de encontrarte en algún rincón de este lugar ahora vacío,
ahora vaciado hasta de tu sombra, pero con tu perfume todo alrrededor...

Ilusiones de sentirte suspirando en mi nuca esta noche de nuevo,
ilusiones de encontrarte inesperadamente sentado en el escalón del porche de mi casa a mi regreso del super,
ilusión de tenerte, de verte, de sentir que no te pierdo, que no estoy sola...

No te vayas de mí,
no te alejes, no te ocultes,
no te escondas de mi mirada detrás de un montón de silencios que lo dicen todo sin decir nada,
suspirame algunas palabras,
susurrame algún verso entrecortado,
ilusión de abrirte la puerta esta noche que acabas de partir aún con el sol de la tarde,
aún con el sol de la noche,
verte viajando hacia donde se pone el sol,
ilusión de que quieras permanecer, aún cuando solo desees regresar...

Y me pierdo entre las rimas, que me saben contener,
que me saben encontrar,
me escondo yo, entre los versos entrecortados que no sé escribir,
porque se me escapan las palabras,
porque es fuerte la emoción de verte partir,
y más aún el deseo de verte regresar...

Volvé antes de irte, sería la plegaria,
regresá antes de partir, sería la oración,
que estés acá, que permanezcas junto a mí,
es la ilusión de este otro momento en que me siento perdida,
proque no te encuentro en mi guarida,
y no sé si permanecer aquí o escaparme y correr lejos hacia otro lugar,
sea el pasado, sea el presente, la locura o tu presencia ausente,
saberte viajando mirando el sol que se oculta en otro ocaso de el mismo oeste,
ilusión de encontrarte inesperadamente...

Y así, escribiendo el deseo de que ocurra,
y así esperando lo inesperado, voy cayendo en lo cierto,
en la realidad que siempre retorna a tocarme la puerta,
o a sonar en un teléfono,
el teléfono descompuesto de la vida,
el teléfono del silencio y la ausencia,
voy volviendo yo también a eso que le llamamos realidad,
porque no te encuentro inesperadamente sentado en el escalón de mi porche al volver del supermercado,
y no suena el timbre inesperado,
solo quedan los sonidos compañeros de la soledad,
partiste este domingo,
nos repusimos de nuevo a la nueva tormenta que no supimos evitar,
y aca estoy, y aca estamos, mañana será un nuevo día por comenzar,
ilusión de que quieras estar conmigo cada día,
aunque sé tu deseo otro,
y elijo las palabras azarosa ydeterminadamente,
tengo que poder sola,
tengo que sobrellevarme y volver a la realidad,
ilusiones en tu mirada, en nuestros besos,
en nuestras palabras,
en nuestras sombras que se funden y se confunden en las madrugadas,
ilusiones de mis versos desilusionados,
me acompaña el perfume que dejaste a tu partida,
y los sonidos que compartimos juntos estos días...

Difícil es dejar ir el tiempo que se fue indefectiblemente,
los días han pasado, las horas han pasado, y pasarán,
llegará tu mensaje de arribo,
llefará el asombro de mi tranquilidad,
en el sonido del televisor nocturno,
escuchando las conversaciones de los vecinos,
sabiéndome rodeada de gente,
espero no angustiarme, espero no enloquecerme,
espero saber cuidarme como vos me cuidás,
y cumplir la promesa que te quise hacer y no te hice,
no estar triste,
y quizás en algunos minutos escribir otra poesía en nuestro nombre,
en los silencios que quedan en los espacios que dejás cuando ya no estás aca...

Ilusión de encontrarte y entonces poder perderme y olvidarme,
lusión de que no haya nada más,
ilusión de mañana, ya no de hoy,
ilusión de otras noches, otros días, otros tiempos,
otros encuentros, otros versos,
me habla tu sombra que quedó en mi cuarto,
me susurra al oído tus palabras, hechas versos,
los versos hechos rimas,
y escritos hace días,
ya no estoy sola,
aunque ahora me acompañe de nuevo la soledad...