SABRAS - Sabras? SÍ, SABRÁS!

Lo que duele a veces cambia. Duele cuando cambian las personas repentinamente. Duele no ser quien ellos esperan y duele que no sean lo que uno espera. Es por eso que duele esperar, porque las cosas siempre son diferentes.
Entre la realidad y lo que uno esperaba suele haber mayores y menores distancias, pero siempre hay alguna. Y las distancias duelen. A veces pretendemos no verlas, otras no sentirlas, pero siempre están ahí, y siempre duelen de una manera o de otra.
Duele presentirte sin colores, y saber que aun a vos puede faltarte el brillo que soles llevar como sombra a todas partes.
Sos una persona, un ser humano. No había caído en la cuenta de eso. Eventualmente uno tiene que hacerlo. Eventualmente lo hago. Duele saberme tan ignorante y con la facultad de hacer tanto daño, y hacerme tanto daño.
Duelen cosas que deberían al menos, no hacerme doler.
Vivo escribiendo. Sabrás perdonar. Vivo escribiendo. Es mi virtud, mi debilidad y mi defecto. Una bendición y una condena al mismo tiempo. No lo puedo evitar.
Sabrás perdonar. Sabrás perdonar. Repite mi plegaria en un suspiro, en otro ojala, en el que pretendo olvidar, pero no olvido. Repite mi esperanza, repite mi deseo. Vivo escribiendo y no lo quiero evitar, sabrás entender, sabrás perdonar. Sabrás? No lo sé. Lo espero.
Presentirte tan distante, tan lejana, tan triste, tan ausente, me provoca un cóctel extraño que no me permite no pensar.
Como sea, siempre terminas siendo, de una manera o de otra, mi musa inspiradora. Siempre me das alguna palabra o alguna sensación sobre la que pensar, o sentir, o dejarme llevar y simplemente escribir.
Puede cambiar el formato muchas veces.
Es extraño como las cosas suceden y eso no es nada nuevo, pero es extraño como las cosas suceden.
Sabrás entender y perdonar una vez más.
Más aun, sabrás seguir, y partir y volver y reír una vez más.