LA REALIDAD COMO FICCION (nadie va a leer esto porque es muy largo)

Después de un poco de vino todo se ve distinto.
Después de encontrarte con extrañas realidades, las inesperadas, todo se ve distinto, como si la vida no fuera mas que otra ficción, a veces increíble, a veces absurda, otras grotesca, otras graciosa, y por supuesto algunas dramáticas.
Después de todo son un poco más de las doce de un domingo frío en mi barrio viejo, después de mucho chocolate, un poco de vino, algunas payasadas, y algo de piano. Piano, ese instrumento que hace esa música extraña que tanto me gusta, que tanto me llega, que tanto me toca, que tanto me llena y me vacía en los mismos acordes, con las mismas melodías. Será eso lo que tiene la música después de todo?
Será eso lo que tiene el arte? Te llena y te vacía en el mismo acto, con los mismos hechos, será eso?
Son solo un poco mas de las doce, quedan algunos cigarrillos, algunas palabras, y quizás algún ruego. Queda abrigarse bien para poder dormir. Queda olvidar que siempre hay alguna novedad.
Cuando me junto con estos amigos siento que es como si viviera en una de esas aldeas yankies en las que esta todo bien y los problemas verdaderos son los que acá se ven como banales. Y como me gustaría tener problemas banales? Estar en esa aldea y preocuparme por lo que denominaría boludeces, como me gustaría…
Pero así me siento caminado en medio de la noche por un lugar donde ni siquiera hay coches, ni gente, ni nada. La calle es amarilla por las luces, y hace mucho frío porque es otoño. No hay edificios, pero siempre hay novedades. Algún chico nuevo en la vida de alguien. Alguna novedad de esa gente que no ves nunca. Alguna payasada y alguna otra pavada. Juntándote a comer, a tomar vino y a reír, como si fuera una costumbre. Como me gustaría tener esa vida, como me gustaría que de eso se tratara. Quizás dependa de mi. Pero no es así, la vida no es eso para mi y ya no podrá serlo por mas que lo vea, que lo sueñe o que lo intente. Esta claro, la realidad como una ficción, mas que la ficción como una realidad, así es mi vida. Y aunque esa frase ultima parezca absurda, no lo es tanto si lo pensás.
Veo la realidad como una ficción y eso me permite seguir viviendo a veces, o en la mayoría de los casos. Darle a la realidad entidad de realidad es un paso muy grande para la humanidad, para el ser humano, muy grande, tanto a veces, que no es posible darlo.
Aceptar algunas visiones, es decir, algunas realidades, absolutamente cotidianas, creo que no es que lo naturalizamos, como osé creer cuando estudiaba, y aprendí algo sobre eso. Creo simplemente que no nos detenemos a pensarlo, simplemente es como el pensamiento mágico fenoménico de los chicos: dejamos de verlo y ya no existe, dejamos de verlo y ya no pasa. De donde viene si no el famoso: “ojos que no ven, corazón que siente”. Es de ahí! Es de ahí! De lo que queda de ese pensamiento infantil.
Es medio ciencia positivista también, digamos: si no lo veo, no lo creo. Y también algo así como: si dejo de verlo ya no pasa. Entonces damos vuelta la cara y seguimos caminando y pensando en cualquier problema denominado por mi aquí banal, como: como hago para llegar ya si es tarde y estoy a 40 cuadras, y hay un trafico de la puta madre? Mejor me tomo el subte!
Algo así.
Algo así y ya. Realmente ese es un problema en ese momento, pero no lo es el hecho de ver a alguien durmiendo en la calle, o pidiendo monedas, o revisando cualquier basura.
Hoy me rehúso a pensar que uno se acostumbra a todo y que lo vemos y como esta naturalizado no reparamos en eso. Hoy creo que somos unos negadores de la puta madre, y vemos sin ver, como si no viéramos nada, eso creo. No significamos nuestras visiones, no sabemos que hacer con ellas, así que dejamos que ellas hagan con nosotros lo que puedan; y es así que las realidades se convierten en ficciones, y las ficciones siempre son las mejores realidades, pero nunca tan reales.
Juego de palabras?
Sí, puede que sea especialista para eso, no tiene ninguna importancia. Solo trato de expresar mi pensamiento. Creo que vemos sin ver, oímos sin escuchar, y caminamos sin parar aun cuando paramos, como si fuéramos a algún lugar que tuviera algún sentido.
Y no hay nada, y no hay nadie. Y no vemos nada, y solo seguimos.
Huecos, vacíos, todo se esta cayendo.
No ven que el mundo se viene abajo.
Mi mama diría: Eliana, el mundo siempre se estuvo cayendo, desde que yo tengo memoria, y todavía no se cayo. No va a pasar nada.
Como sea, debe de tener razón, supongo. El pensamiento fatalista tampoco lleva a ningún lado. De hecho no se si hay algo que lleve a algún lado. Supongo simplemente, que sólo uno, con cómo se siente bien de pensar o de sentir -con la sinceridad con uno mismo- debe de poder ir a algún lado que sea significativo para sí y nada más. Pero solo lo supongo, como todo lo demás. A veces lo intento también, pero la mayor parte del tiempo, no me sale. La mayor parte del tiempo no se que es lo que hago. Tampoco se si es la mayor parte del tiempo lo que importa, ni si hay algo que importe en realidad.
Si hay algo en realidad.
Iba a ser mas feliz. Me lo dije el otro día. Iba a ser mas feliz. Se supone -todavía que voy a ser mas feliz, eventualmente, supongo, jaja.
Eh, bueh. Algunos tiene capacidad para algunas cosas, otros tiene para otras, y otros sienten que no tienen para nada, nada.
Otros, ni sienten, ni se preocupan, ni se gastan. Eventualmente son los que mas envidio. Eventualmente quisiera ser como ellos, quizás porque se bien que ya nunca voy a poder. Perder la memoria creo que pronto será una operación voluntaria: como eterno resplandor de una mente sin recuerdos: saquémoslos de encima lo que no nos sirve! Lo que nos molesta! Lo que nos lastima! Porque no después de todo? Porque queda el resplandor?
Si podes dejar de sufrir por lo que sufrís, no lo harías? Si pudieras dejar de sentir ese dolor o esa pena por una módica suma no lo harías?, y en todo caso, porque no?
Así sigue todo. Aun tengo memoria, emotiva, no emotiva, racional, si es que la hay, y algo mas? No se que mas. Nada mas.
Eso.