sábado, 5 de mayo de 2007


Por hoy y por mañana

No sé bien que decir de este día que se termina. De esta semana que se va.
Viene la inspiración y me sopla algunas palabras.
Estoy en el silencio, a veces en el temor otra vez, a veces en la alegría, a veces en el sueño y a veces en la vigilia, el desvelo.
Y mañana, que será de mañana. Que será de esta noche, que comienza, que se va.
No sé bien que decir, e intento decir algo, callar algo, para seguir. Tener con que.
Alguna vez escuché que lo peor que hay es el talento desperdiciado. Alguna otra vez ya escribí sobre ello. Siempre esa frase me persigue, me busca, me encuentra, me habla, me murmura algo. Como si dijera más de lo que yo pudiera comprender, como si dijera más de lo que dice.
El talento desperdiciado. Alguien puede amar algo y no tener un talento para ello? Siempre me pregunté eso, después de oírla. Alguien puede esforzarse mucho, y no lograr nada?
Que hay sobre mí? No lo sé, no sé si esa frase tiene que ver conmigo de algún modo. Quizás en el hecho de que a veces creo que no sé cómo o en qué utilizar alguno de mis talentos. Como brindar y como brindarme al mundo. Darle algo diferente, algo de lo que carece, quizás algo de lo que carezco.
Este tiempo se va. Es solo tiempo. Tiempo es todo lo que tenés, usálo!
Sé quien sos, dicen por ahí.
Lucha por tus sueños, por conseguir lo que anhelas, lo que deseás.
Pero a veces la pregunta es: Cómo? Cómo lo hago? Cómo hago lo que hago?
A veces no queda espacio en este lugar, en esta ciudad cerrada, para las luces. Las sombras a veces me apagan.
Las sombras del deber, del “se supone que”. “Se supone que tenés que hacer tal o cual cosa para que te vaya bien”. El punto es que te vaya bien? Qué es que te vaya bien?. Trabajar, hacer lo que se supone, lo que se espera en esta sociedad.
Hay gente a la que admiro, y la admiro profundamente, porque nunca renunciaron a su sueño y sobrevivieron a las derrotas, a las trabas, a todos esos obstáculos que andan por ahí dando vueltas.
A veces me frenan, debo decir. A veces la realidad me frena, pretende detenerme. Pretendo no avanzar. A veces los temores, lo que escucho que me dicen o me dijeron que es absurdo.
Y como seguís con eso? Lo negás? Lo olvidás?
El talento desperdiciado. Que carajo es el talento desperdiciado?
Conozco gente que debería ser otra cosa. Creo que desperdician su talento. Pero quien soy yo para decir o pensar, siquiera, semejante cosa? Un juez?
No, ni mucho menos.
Hace algún tiempo, y no sé si se acordará, una amiga, una conocida, no sé, una de esas personas que la vida te pone ahí me dijo algo así como: Me gusta hablar con vos porque no juzgas, sos una persona de las que conozco que menos juzga.
Y yo le dije algo así como: es que no tengo lo que decir, o lo que juzgar, no se me ocurren los juicios de valor. No siento que algo este bien o este mal, en sí. En todo caso para mí.
Como sea, mi punto es, a veces siento que no juzgo a nadie, pero soy muy dura conmigo misma. Soy la única juzgada en mi mundo.
No sé si hay que ser duro con uno mismo para sacar lo mejor que hay en uno. No sé que es lo que hay que hacer.
Sé que escribir es una de las cosas que mas me marcaron en mi vida, que mas me cambió, que mas me ayudó.
Y acá estoy, escribiendo una vez mas, porque sí, porque no?
Lo que intento decir, yo misma lo desconozco, vivo con eso. Soy libre a veces cuando actúo, a veces cuando pinto, a veces cuando canto, siempre cuando escribo. Soy libre.
Que tiene las palabras en mí?
No lo sé. Me valgo de ellas para todo, quizás pienso mucho, y escribir es una forma de volcar, de escupir, de sacar lo que de otro modo se pudre adentro. También lo es pintar.
Que hay en mí en el arte?
Es algo que siempre me ayudó, quizás porque siempre estuvo ahí, en mí. Para los demás. Brindarme. Quizás esa es mi forma, quizás también tengo otras.
Creo que ese es un poco mi mensaje. Brindarme, brindarse. Encontrar la forma de ser para los demás siendo para uno, sin importar que más. Que puedan decir, ni que puedan callar.
Y la gente lo nota. Cuando uno es sincero y se brinda de verdad la gente lo nota.
Porque callar entonces las palabras que vienen a mi boca o a mis manos? Porque detenerme?
Hay personas que me han marcado. He escrito sobre ellas en otro lugar. Son personas maravillosas que a veces escapan a las palabras. Entregan su talento y su tiempo sin mirar a quien. Se brindan.
Tuve profesores así, maestros, de la vida, de los sueños, de las vigilias y los desvelos.
No son ídolos, son guías, referentes suelo decirles, para nombrarlos de algún modo.
Esos que están ahí para vos, no sabes para que, ni porque, ni tampoco importa.
Ellos no lo saben tampoco, simplemente están ahí porque ahí es donde tienen que estar.
Es el destino. Son también los que te ayudan, en cualquier parte, en cualquier lugar. No esperan mucho a cambio, pero finalmente eso también llega.
Es así, cuando das sin esperar nada, cuando das porque así realmente lo sentís, y hasta lo necesitás, todo es lo que vuelve. O vuelve siempre más de lo que dás.
Dar es dar le sonaba absurdo a mi primo, sí, esa frase le sonaba absurda, y semánticamente lo es, supongo. Pero en un punto, podés extralimitarte e ir mas allá de las palabras, detrás de ellas, y encontrar algo en algún mensaje simple, lineal y aparentemente hueco.
Yo lo hallo de alguna extraña forma en el nombre de esa canción de Fito Paéz. Dar es dar. No hay mucho que decir al respecto. Es dar, simplemente dar, y nada mas. Lo demás es otra cosa.
El punto es como te sentís dando lo que das, haciendo lo que hacés. Todos damos algo, eso es inevitable. Todos nos entregamos de alguna forma, en cada cosa que hacemos, en la forma en que las hacemos.
A otra amiga, le gusta una poesía mía que se llama Ramos de Esperanza. A veces me gustaría poder hacer lo que en ella intento. Un poco de paz, de amor, algo medio hippie. Esta en mi? No lo sé.
De vez en cuando si sé, vuelven a mí esas palabras, esas emociones. La de dar sin mirar a quien. Sin esperar nada a cambio.
Para vos Caro, para vos, por compartir todo con todos, para vos por enseñarme a buscar el camino de vuelta de algunos lugares. Para vos por hacerme encontrarme conmigo misma, con esa parte que estuvo escondida por algún tiempo, o varios años.
Para vos y para todos los que quieran compartirla, para todos:


Ramos de Esperanza

Ramos de esperanza en otra madrugada menos esperada,
en el desierto de silencios en concierto,
Ramos de ilusión clama mi pasión,
son estas palabras que aún flotan en el aire,
es esta energía que invade mi emoción.
Ramos de esperanza para quien ya no espera,
ramos de ilusión para un triste corazón que pena y pena en un rincón
y teme, y ruega.


Ramos de esperanza me dió esta noche sin buscarla

renacen las cenizas de quien alguna vez fui,
se disfrazan en el aire mis palabras en el aire,
y caen para intentar decir,
decir que sé que nada es cierto y todo puede pasar,
decir que puedo más de lo que creo,
que sueño más de lo que quiero,
que nada podrá detener estas palabras que lleva mi corazón como una ofrenda para vos, quien seas para vos.

A todos he de regalarle mi poesía,
de todos es mi tiempo y mi canción.
Para todos es mi música.
Si con todos comparto mi amor es porque con todos comparto mi dolor
PORQUE NI MIS VERSOS ME PERTENECEN,
ni mis rimas me marcan, ni me detienen.

Si tengo algo es para vos
si soy algo es para vos.
Es para vos que estoy acá
es para vos que sueño y escribo,
porque es para vos que vivo e intento vivir,
vivir y soñar, volar y crecer,
creer y crear.
Armar cielos y armar tierras,
armar nidos donde poder seguir y vivir,
y tratar de conseguir esos milagros que parecen inalcanzables
otros ramos de esperanza que regalar.


Si tengo algo es para vos,
si soy algo es para vos,
sé que esta emoción se irá,
pero aquí estarán estas palabras,
eternas testigos de que se puede y se debe creer y soñar…



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