jueves, 12 de febrero de 2009

Frente a un presipicio

A hand who says "let me help you"

Quizás esté frente a un presipicio, quizás quisiera despertar a alguien que venga corriendo por mí,
quizás la soledad no se fue después de todo,
quizás me equivoqué, y me equivoco demasiado,
y quizás ya no haya remedio, ni retorno,
ni nada, más que el llanto que me acompaña para alivianar un poco el dolor que me endulza las heridas,
solo quisiera que alguien me diera su ayuda sin preguntar,
sin aconsejar,
sin pedir nada, sin esperar nada,
pero ese angel se fue,
y solo queda esta realidad,
ese angel se escapó y no supe más sobre su sombra o su perfume,
o si es que alguna vez realmente existió...

Queda la tristeza y el olvido,
y esta pena, y esa esperanza,
la de una mano tendida,
la de tomarla,
y olvidar,
soltar este temor que aleja y me distancia,
no son más que palabras vacías,
no dicen nada, no puedo cambiar eso,
todo se acaba,
se termina lo que no ha comenzado,
y queda el hueco que de nuevo hace eco en mi alma...

Escucha el silencio,
lejano angel y acordate de mí,
será quizás mi último verso,
mi deseo, mi plegaria,
susurro de mi pena,
se acaba el tiempo,
esta noche se empecina en llegar,
y con ella su realidad,
el cansancio, el cuerpo,
eso que las palabras no cambian, no nada,
se van los versos y las rimas sin metáforas,
no sé que más decir,
no quedan mas palabras, no hay palabras para esta emoción tan honda y tan fuerte,
me equivoqué tanto, tantas veces,
me equivoqué tanto...

1 comentario:

Pepe dijo...

No tendre el poder de entender, quiza con el tiempo, tambien se puede saber que aveces uno no tiene como ayudar, porque en realidad no hay ayuda para dar, pero simpre hay abrazos, miradas, oidos y palabras.. y presencia en silencio.
no se supongo que seran mas, pero a mi me consta que tenes al menos una persona a quien llamar en cualquier momento, a cualquier hora

te quiero mucho

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