lunes, 30 de marzo de 2009

En el cansancio

Va cayendo por todas partes y queda todo desparramado,
estoy flotando en el cansancio de esta nueva noche,
de esta otra noche,
no sé cuantas más habrá así en este lugar,
aprovecho para derramarla en palabras,
aprovecho para revivir entre silencios y sueños aún no dormidos...

En el cansancio flota mi poesía,
y entre las luces aún dibujadas puedo encontrar alguna melodía a veces un tanto absurda,
la sonoridad de las rimas,
no encuentro el sentido,
pero sigo, quizás a contramano, a contratiempo,
a contraluz...

Se callan las voces que pueblan mis mundos,
se adormecen los fantasmas que rondan las sombras,
y aún titilan las luces que brillan a lo lejos,
he de llegar allí, he de llegar algún día,
donde brillan las estrellas, donde mueren los gritos y se secan los silencios,
he de llegar a vos...

A la distancia,
en los tiempos que aún no supe construir,
en los espacios que aún no puedo encontrar,
yacen esas palabras que aún no he logrado escribir,
y encandilan en algún atardecer que no sé vislumbrar...

Te aguarda mi sonrisa infinita,
mi llanto desconocido pero consolado,
te aguardan las más bellas rimas,
los más ansiados versos,
me aguarda mi más ansiado momento,
algún día, en algún lugar...

Y en el cansancio veo caer las realidades,
veo brotar los sueños,
veo nadar las esperanzas contra la marea,
contra los vientos y las tormentas más fuertes,
veo revivir los más viejos lamentos,
y los más bellos momentos,
todo junto, todo al mismo tiempo,
veo desvanecerse las miserias y las ilusiones,
todo junto, todo en al mismo tiempo,
y veo correrse las cortinas,
comenzará otra función de otra ficción hecha de realidad,
pura realidad y mentira,
de la más pura sepa,
sepa saber disculpar tanta alegoría,
y podré seguir escribiendo,
todo junto, todo al mismo tiempo...

En el cansancio de otro día junto a otra noche y otro instante iluminado pero oscuro,
yacen las poesías más absurdas,
y las palabras más justas y ajustadas,
para poder caer finalmente en el sueño que no se sueña más que a la distancia del amanecer,
esperando por otro tiempo, siempre otro tiempo,
en donde todo sea diferente,
y aún en el cansancio, puedo vislumbrar una mirada,
tu mirada,
todo gira alrrededor en el mientras tanto que dura la distancia,
en el cansancio flotan estas palabras que aprovecho a derramar,
nunca nadie sabe ni puede saber que pasará mañana,
será eso bueno, será eso malo,
será eso acaso,
será lo que es, lo que fue y pasó, y lo que aún sigue siendo,
palabras derramadas, desde la noche,
desde las velas en alguna época derretidas,
hoy apagadas,
desde el cansancio las palabras de la noche,
de otra noche,
desde el cansancio el misterio que ocultan las palabras acalladas,
y los secretos no bien memorizadas,
guardo un suspiro por vos,
y uno para mí,
esta noche, una más,
esas noches, donde estarán...

martes, 10 de marzo de 2009

Paralisa

Paralisa, así pensaba que se llamaba,
porqué será?
Solo hoy me lo pregunto...
En todo caso, sería paraliza, para que tuviera algún sentido correcto,
como la ortografía...
Sentido correcto,
sé que no existe tal cosa,
ni tal melodía,
es Para Elisa,
y no me importa,
ese teclado que sé tocar, además del que me hace escribir palabras,
paralisa,
sin sentido,
paraliza, mi dolor,
mis palabras, mis silencios, estos ruidos tan perfectos,
acostumbrada a lo incorrecto,
aprendí mal el nombre de la única melodía que más o menos sé tocar en ese viejo piano,
la vida es una moneda,
una hoja en blanco,
un piano desafinado,
diez dedos largos y flacos, y un manojo de palabras,
solo se trata de vivir...

Mis dedos, mis diez dedos largos y flacos,
podría haber sido pianista,
eso dicen de mis dedos cuando nací,
eran largos,
como ahora,
llego a las octavas, quizás a alguna novena,
paralisa,
Para Elisa,
paraliza...

Juego de palabras, juego de sentido,
juego?
juego en esta noche, porque me pregunto por acertijos absurdos,
por incertidumbres del pasado,
la infancia, la infancia...

Recuerdos cepia,
recuerdos blanco y negro,
recuerdos en fotos y en colores,
recuerdos, la infancia...

Yo quería tocarla como mi mamá,
paralisa, para lisa, paraliza, para elisa,
o qué más da?
yo quería,
algo suena a pesar del clavijero viejo y dolido,
como una espalda encorvada,
eso que a partir de cierto momento, siempre te acompaña...

Paraliza mi memoria,
su mirada,
paraliza su presente, y su pasado,
paraliza la verdad siempre ausente y desconocida,
suena su melodía otro día, aún sin sonar, otra noche,
hoy, paraliza la tristeza y tu partida,
esperando verte regresar haré sonar esa canción,
y su melodía, la única parte que me aprendía a dos manos,
y con pedal,
quizás ese piano fue hecho para que suenen una y otra vez esas notas, en ese ritmo, en esas convinación,
quizás ese piano viajó de tan lejos para dejarme tocar un teclado diferente,
algún teclado que produzca alguna música adictiva, como esa convinación,
paralisa paraliza,
y hace olvidar y seguir,
callar, dormir,
creer, oscurecer, brillar,
errar y aprender,
volver a empezar, una y otra vez,
cuántas veces, cuántas personas, cuántas manos la han de reproducir...

Quién sería Elisa?
un amor?
seguramente...
Tiene hoy alguna importancia?
la tuvo para mi infancia y el crecimiento de mis dedos?
no lo sé...

Paralizan los recuerdos, el pasado,
brotan los sin sentidos que parecen olvidados,
y creo escribir una de las mejores cosas que he escrito, aunque sé que eso es errado...

Demasiado largo,
demasiado repetitivo,
demasiadas palabras para que alguien alguna vez las lea,
quizás esté hecho a propósito, para que nunca llegues al final,
quizás no haya final,
quizás está hecho para que te aburras, como yo estoy asitada,
quizás ni siquiera esta hecho, sino solo hecho...

Ojalá supiera tocar el piano...

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